lunes, 20 de agosto de 2007

INFORME:” UNA VIDA LIBRE DE VIOLENCIA ES TU DERECHO”

La Violencia marca vidas, una vida sin vilencia es tu derecho. Pero la realidad no es asì, lo comprobamos a diario cuando abrimos las paginad de los periódicos.

En Piura todavía hay Padres que creen que los golpes ayudan a corregir a a los hijos maestros que piensan que la letra con sangre entra.Cuando no es así. Este tipo de violencia física es sin darle más vuelta “Maltrato Infantil”.Es un grave problema social, con fuertes raíces culturales y psicológicas, se da en familias de cualquier nivel económico y educativo.

Se dice que toda persona tiene derechos fundamentales, entre los cuales destaca la libre prestación de servicios públicos. Cualquier persona.violentada física, psicología o sexualmente debe ser atendida por cualquier instancia competente, pero lamentablemente la víctima de violencia familiar, es víctima no sólo por parte del agresor, sino también por parte del sistema de justicia.

Defensoría del Pueblo, en el caso de violencia infantil realiza coordinaciones directas con el MINDES, DEMUNA, PNP, o Fiscalías de familias para atender correctamente los diferentes casos, y al mismo tiempo cumplen con la función de supervisar que estas instancias cumplan con sus obligaciones.

La Municipalidad Provincial de Piura a través de la Gerencia de Desarrollo Social, brinda el servicio gratuito de Defensoría Municipal del Niño y Adolescente (DEMUNA).

Según la Jefa de Demuna, Marja Bargas,” La institución no se descuida y realiza una tarea continúa para promover el fortalecimiento de los lazos familiares.

El maltrato infantil es un delito y como tal debemos tratarlo. Cabe a las autoridades competentes evaluar los casos concretos, revisar los factores de riesgo que han generado que los padres denunciados hayan cometido maltratos en agravio de sus hijos, e imponer las sanciones correspondientes, no sin antes contar con el apoyo de un equipo especializado, a fin de establecer las condiciones en que se encontraría el menor en caso de retornar a su hogar, tomando como base la Ley N 27337 (Código del Niño y del Adolescente)

Por: Deysi Silva Ramirez.

miércoles, 20 de junio de 2007

EL SONIDO DEL SILENCIO

En nuestro país la violencia que se ejerce contra la mujer está bastante extendida. Constituye un hecho cotidiano, tiene manifestaciones diversas, se presenta en todos los sectores sociales, cobra dimensiones impresionantes.

Sin embargo, paradójicamente, no llama asombro. Un velo de silencio cubre los sufrimientos de las víctimas. Aunque la mayoría de los medios de comunicación no le prestan mayor importancia, salvo cuando culmina en la muerte de la agredida. La justicia prácticamente hace oídos sordos a los reclamos de éstas o, ironías del ejercicio de la ley, las coloca a ellas en el banquillo de las acusadas.

Este fenómeno está bastante extendido en la sociedad piurana llegando a 1176 casos aproximadamente en el año 2006, según informes del Centro de Emergencia Mujer. En el año 2007, en Piura y Castilla el 88% (104 casos), fueron víctimas de violencia. Del total de casos 127 fueron de menores de edad y los 626 casos tuvieron edades entre los 18 y 59 años. En contraste los porcentajes de menores de edad van en aumento, evadiendo sus responsabilidades. Reflejados en el cotidiano vivir que han vivido en sus hogares. Se puede afirmar que respecto a la violencia familiar cuyas victimas son las mujeres y niños se está generando un amplio consenso institucional en torno a la imagen expresada como un “Problema Social”.

La tarea más difícil es lograr que las víctimas de esta violencia perciban la posibilidad de otras propuestas de vida. Que se imaginen “viviendo” y no “sobreviviendo”; que puedan ser el eje de su propio cambio. Una manera de conseguir este cambio son las leyes que nos ampara como en el artículo 2 de la Legislación de violencia familiar. Establece las normas y procedimientos para hacer frente a esto. Su objetivo es ejecutar medidas de protección a las victimas que no deben callar estos abusos.

Es de vital importancia que los medios de comunicación adhieran a campañas de solidaridad, atención y prevención de la violencia familiar, drogadicción, alcoholismo, salud, etc. Sin embargo una manera más eficaz de prevención sería ofrecer modelos positivos que encarnen valores de igualdad y respeto, evitando los mensajes de violencia que permitan vislumbrar soluciones, evitando así la morosidad y el sensacionalismo que nos invade cada día.

Prevenir la violencia intrafamiliar implica afrontar las causas estructurales y sociales que sustentan las desigualdades de género, sociales, económicas y políticas ancladas en la estructura de nuestra sociedad, pero no por ello inamovibles. En éste contexto cada individuo y cada organización es solo un pequeño eslabón de la gran cadena necesaria para abordar eficazmente el problema, pero eso no nos exime de la parte de responsabilidad que nos concierne.

Por: Diana Chero Alvarado.